Durante el paréntesis de 4 años que Teresa estuvo sin hacer cine, probablemente debido a su maternidad, tenemos pocos indicios de sus actividades. Sin embargo, su nombre no dejó de estar de moda, ya que el estreno de "Calígula" se atrasó considerablemente. El productor y propietario de Penthouse, Bob Guccione, despidió a Tinto Brass y realizó un montaje de la película incluyendo escenas pornográficas. Brass le demandó entonces y se enzarzaron en una batalla judicial en la que, a pesar de que el director italiano se vio respaldado por los tribunales, Guccione presentó finalmente su película. Un primer montaje pudo verse en Cannes y según se afirma, alcanzaba los 210 minutos de duración. Yo lo considero poco probable, aunque he visto algunas escenas que se cortaron. El estreno tuvo lugar hacia finales de 1979 (y eso habiéndose concluido el rodaje en diciembre de 1976) y el escándalo fue mayúsculo. Los actores, con Malcolm Mc Dowell y Peter O'Toole a la cabeza, renegaron de ella, igual que Brass y el escritor Gore Vidal, autor del guión original. Teresa fue entrevistada a propósito del estreno para la revista France-Soir. Según confesaba a la periodista Monique Pantel, estaba buscando papeles en los que apareciera "más vestida" (trés habillée). Respecto a Calígula, admitió que le había encantado participar en ella, que todo había ido muy bien durante esos tres meses de rodaje y que "amaba enormemente" a su personaje de Drusila, ya que era muy maternal (¿Una alusión a su propia maternidad?). Resulta además, paradigmático que ella, que se había escapado de casa por no conectar con la autoridad de su padre y de su madre halagase ahora ese rasgo. Por lo demás, admitía que no le importaba demasiado que hubiesen añadido "escenas de orgías", ya que eso no afectaba ni a su personaje, ni al de Malcolm Mc Dowell.
Casi al mismo tiempo, el Playboy italiano le ofrece su portada de octubre de 1979 bajo el título "Ingenua y perversa". En las fotos, de Roberto Rocchi (que colaboró con Carlo Silvestro en el poster central del Playmen del 73, donde Teresa aparecía como Terry), se nos muestra a una Teresa de sensualidad exagerada, en las que su belleza resulta un tanto deslucida y artificial. Además, en el texto se ríen de ella, ya que ironizan sobre el hecho de hubiese trabajado en "Calígula" a pesar de que en un momento determinado había dicho que en un futuro quería ser dirigida sólo por mujeres, pues observaba que para los directores masculinos era sólo un objeto sexual de lujo.
Esta crítica es injusta, ya que desde que había rodado "Calígula" habían pasado tres años (a pesar de que se estrenase entonces) y esas objeciones suyas eran posteriores. Este cambio de actitud, que ya se aprecia en la entrevista con Monique Pantel, confirma que lo que ha motivado la ausencia de Teresa de las pantallas es lo que le ha hecho cambiar de actitud. Por lógica, me atrevo a pensar que habiendo sido madre no le hacía tanta gracia que sus hijos pudieran enterarse un día de que había sido un sex-symbol morboso. Aunque también el hecho de que se casase implica que su marido la convenciera para que diese un golpe de timón en su carrera de actriz, poniendo fin a los films eróticos.
De todos modos, es un contrasentido que quisiera poner punto final a su aureola de sex-symbol saliendo nuevamente desnuda en Playboy. En ese mismo número se entrevistaba a Tinto Brass, que halagaba su frescura y espontaneidad. Brass acababa de rodar otro film "Action!", grabado con sonido directo, según él, para evitar la censura ya sufrida con "Salon Kitty" o la jugarreta de "Calígula". Por ese motivo, se justificaba, no había podido contar con Teresa, ya que su fuerte acento inglés hubiese quedado mal en la cinta al no poder doblarla. De todos modos, la película no era ninguna maravilla o sea que hasta le hizo un favor al no contar con ella.
Sea como fuere, Teresa volvió con fuerza en 1981, año en que estrena nada menos que dos películas.
Arriba, una de las fotos de Roberto Rocchi para el Playboy de octubre de 1979. Se trata de una de las mejores que aparecían en el reportaje, ya que había otras verdaderamente injustas respecto a la belleza de Teresa.
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